Michoacán es un estado que se caracteriza por sus tradiciones ancestrales, paisajes, festividades y deliciosa gastronomía. El destino ofrece gran variedad de atractivos naturales y culturales, como sus ciudades históricas, por ejemplo, la capital Morelia, cuyo centro histórico fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco.

Al visitar sus Pueblos Mágicos descubrirás destinos cuyas tradiciones permanecen en el tiempo. Pátzcuaro conserva su ambiente provinciano en sus casonas, fuentes y templos. Entre bosques y montañas se encuentra Angangueo, el lugar ideal para observar la llegada de las mariposas monarca.

Nuestro mejor anfitrión, como siempre, será la naturaleza, conecta con ella, ¡y diviértete en Michoacán!

Santuario de la Mariposa Monarca: Los Santuarios de la Monarca, considerados entre las cuatro bellezas naturales reconocidas por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en suelo nacional, estarán abiertos al público de noviembre a marzo del siguiente año.

Cuenta con una extensión de 56,259 hectáreas y con 3 mil msnm, durante el invierno proporciona las condiciones ideales de vida con una temperatura fresca y grandes árboles de 20 a 50 metros de altura. Definitivamente un gran atractivo ecoturístico. Estas mariposas viajan casi 5,000 km desde los Estados Unidos y Canadá hasta los bosques michoacanos y, luego de hibernar por dos meses, se preparan para emprender el viaje de regreso.

En el estado existen distintos santuarios para ser testigo de esta imagen sin igual:

El Santuario de Senguio: Ubicado dentro del Santuario Sierra Chincua, es uno de los menos conocidos. Para llegar a la zona del monarca, el recorrido se puede realizar a pie, en caballo o en camioneta y toma aproximadamente dos horas.

El Santuario de El Rosario: Se encuentra a escasos kilómetros del Pueblo Mágico de Angangueo, se trata del santuario más grande y el más visitado de Michoacán.

Santuario Sierra Chincua: Ubicado en el corazón de la Reserva de la Biósfera de la Mariposa Monarca. Éste es el segundo más visitado del estado. Después de presenciar un espectáculo que sólo la naturaleza nos puede dar, aprovecha la visita a cualquiera de estos tres lugares parar llevar a cabo otro tipo de actividades, como tirarte de la tirolesa, hacer escalada en muro o caminar por puentes colgantes.

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Presa Churumuco: En tiempos de la colonia, 1798, Morelos fue párroco de esta localidad. Al inicio de la guerra de Independencia, la localidad sufrió la destrucción de la mayor parte de la población y comenzó su reedificación hasta 1820.

En esta misma localidad encontrarás la Parroquia de San Pedro Apóstol, mejor conocida como la Iglesia Hundida de Churumuco, construida en 1800. Quedó bajo el agua, junto con todo el pueblo, en 1965 debido a la construcción de la presa El Infiernillo.

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La historia se refleja en las zonas arqueológicas.

Zona Arqueológica Tingambato: En lengua purépecha significa “Lugar donde termina el fuego”. Es uno de los sitios representativos de la etapa anterior al apogeo del señorío tarasco destacando la existencia de rasgos claramente teotihuacanos, mezclados con otras tradiciones locales. Fue entre 1978 y 1979 cuando los arqueólogos Román Piña Chan y Kuniaki Ohi realizaron la mayor parte de las excavaciones arqueológicas que hoy podemos visitar. En este sitio destacan la construcción de grandes plataformas donde se construyeron basamentos piramidales, juego de pelota, múltiples cuartos seguramente habitacionales y varias tumbas donde se hallaron ricas ofrendas.

Zona Arqueológica Tzintzuntzan: El término Tzintzuntzan quiere decir en lengua purépecha lugar de colibríes. La ciudad prehispánica de Tzintzuntzan, fue sin lugar a dudas una de las poblaciones más grandes e importantes a la llegada de los españoles en el siglo XVI, siendo la capital del Señorío Tarasco, lugar desde donde se tomaban las más importantes decisiones políticas, económicas y religiosas de un amplio territorio que abarcaba casi la totalidad del estado de Michoacán, partes de Guerrero, Estado de México, Guanajuato y Jalisco.

La antigua ciudad de Tzintzuntzan se construyó mediante amplias terrazas y grandes plataformas que se van acomodando en las laderas de los cerros Yarahuato y Tariaqueri, sobre las que se desplantaron sus casas y edificios religiosos y administrativos.

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LO QUE NO CONOCÍAS DE MICHOACÁN

El Paricutín: “Lugar al otro lado”, se ubica en el Nuevo Juan Parangaricutiro, es el volcán más joven de toda América, ya que nació en 1943, su erupción se prolongó por casi 10 años, en tan sólo un día creció 30 metros y al mes ya tenía una latitud de 148 metros, actualmente mide 424 metros aproximadamente. Podrás practicar diferentes deportes como excursionismo, escalar, montañismo o una simple caminata.

El volcán, que se levanta 424 metros en el valle y está a 2,800 metros sobre el nivel del mar, es el más joven del mundo y hasta ahora el único que ha tenido testigos de su erupción, desarrollo y reposo después de nueve años de actividad.

Provocó durante ese periodo la desaparición de dos pueblos que quedaron sepultados bajo la lava: Parangaricutiro y San Juan Viejo, con la fortuna de que sus habitantes tuvieron tiempo de escapar con vida.

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Alberca de Chupio: La alberca de chupio es uno de los más importantes sitios naturales que forman parte de la magia de Tacámbaro. Se dice que es un lago natural de origen volcánico situado dentro de un cráter, posee 345 metros de largo, 315 de ancho y 35 metros de profundidad tienen forma de taza con superficie alargada.

Está considerada como el sitio preferido del rey Tacamba lugar al que acudía para su relajación y su descanso. También tiene una leyenda en el cual dice que en primavera nacen flores alrededor de La Alberca y solo las pueden ver los que realmente saben amar.